Tuve un jefe que me repetía La seguridad es lo primero.
Me lo decía a mí, muchas veces, para reforzarme en mi rol de responsable de prevención de riesgos laborales. También a todo el equipo de planta.
Casi todas las decisiones pasaban por el “priorizador”: primero esto, después aquello…
La seguridad no era una excepción. Tenía su orden en el ranking. El primero. Excepto algunos días.
Había días en los que La seguridad no se negocia
¿Tú pondrías a tu hijo a trabajar en esas condiciones?
Elecciones que podían derivar en incidentes graves o meteduras de pata que se salían de la escala, pero no había una gran disyuntiva con la producción.
También había días con accidente…
También había ¿días buenos? Días en los que no había frase, mantra o cita elocuente. Simplemente la seguridad no estaba.
Días, creía yo, buenos. Con el tiempo me di cuenta que no eran tan buenos. Ocasiones perdidas para hablar de lo que se hace bien.
¿Hay algo de malo en que la seguridad sea prioritaria?
Por supuesto que no.
Si tu organización tiene problemas graves de accidentalidad, necesitas medidas drásticas y de control a corto plazo.
Pero no todo es negativo.
La seguridad solo como prioridad es cortoplacista y tiende a la connotación negativa.
A la larga, genera conflictos.
Necesitas coherencia. Coherencia entre el dicho y el hecho. Entre el hecho y el resultado final.
¿Seguridad o producción? ¿Salud o contención de costes?
Una prioridad es una elección en unas circunstancias dadas.
O una cosa o la otra. No es uno y otro. O una, o la otra.
Si las circunstancias cambian, las prioridades también pueden cambiar. Si la seguridad es lo primero, ¿qué es lo segundo?
¿La calidad?
¿La productividad?
¿La rentabilidad?
¿Cómo visibilizar la importancia de la seguridad?
La seguridad y la salud deben presentarse como un valor.
Todos los días.
En todas las circunstancias.
La seguridad es una inversión que favorece la rentabilidad de la empresa desde la aportación de los empleados.
Los valores guían las creencias y actitudes. Los valores forman parte de la misión. Se palpa en la estrategia y sobrevuela los procedimientos
Cuando la prevención es un valor, se habla de ello siempre. No se presenta como una elección.
Los valores permanecen en el tiempo.
Como valor no se ve comprometida o expuesta.
Habla de prevención de riesgos laborales más a menudo. Sin frases huecas.
Trabaja para convertir la seguridad en un valor.
Si quieres que te ayudemos a visibilizar la gestión preventiva tenemos un software de prevención de riesgos laborales para digitalizar y monitorizar todo lo relacionado con la seguridad y salud.
Lo malo y, sobre todo, lo bueno.